La arquitectura sustentable,
también denominada arquitectura sostenible, arquitectura verde,
eco-arquitectura y arquitectura ambientalmente consciente, es un modo de
concebir el diseño arquitectónico de manera sustentable, buscando optimizar
recursos naturales y sistemas de la edificación de tal modo que minimicen el
impacto ambiental de los edificios sobre el medio ambiente y sus habitantes.
Los principios de la arquitectura
sustentable incluyen:
La consideración de las
condiciones climáticas, la hidrografía y los ecosistemas del entorno en que se
construyen los edificios, para obtener el máximo rendimiento con el menor
impacto.
La eficacia y moderación en el
uso de materiales de construcción, primando los de bajo contenido energético
frente a los de alto contenido energético.
La reducción del consumo de
energía para calefacción, refrigeración, iluminación y otros equipamientos,
cubriendo el resto de la demanda con fuentes de energía renovables.
La minimización del balance
energético global de la edificación, abarcando las fases de diseño,
construcción, utilización y final de su vida útil.
El cumplimiento de los requisitos
de confort higrotérmico, salubridad, iluminación y habitabilidad de las
edificaciones.
Energía y arquitectura
El Ayuntamiento de Londres, de
Norman Foster.
La eficiencia energética es una
de las principales metas de la arquitectura sustentable, aunque no la única.
Los arquitectos utilizan diversas técnicas para reducir las necesidades
energéticas de edificios mediante el ahorro de energía y para aumentar su
capacidad de capturar la energía del sol o de generar su propia energía.
Entre estas estrategias de diseño
sustentable se encuentran la calefacción solar activa y pasiva, el
calentamiento solar de agua activo o pasivo, la generación eléctrica solar, la
acumulación freática o la calefacción geotérmica, y más recientemente la
incorporación en los edificios de generadores eólicos.
Las consideraciones especificadas
se refieren tanto a aspectos concernientes a los materiales utilizados,
tecnologías utilizadas para obtener una mayor eficiencia energética de la
vivienda y las técnicas de construcción.
El impacto ambiental del diseño
edilicio, su construcción y operación son enormes. Como ejemplo, los edificios
en los Estados Unidos son responsables del 39 % de las emisiones de CO2, del 40
% del consumo de energía primaria, el 13 % del consumo de agua potable y el 15
% de PBI por año.
Suelo cemento
Suelo cemento o suelo
estabilizado con cemento es una mezcla en seco de suelo o tierra con
determinadas características granulométricas, cemento Portland y, en su caso,
aditivos. A la mezcla se le adiciona una cierta cantidad de agua para su
fraguado y posteriormente se compacta.
Regularmente, el porcentaje de
cemento portland puede variar entre el 7 al 12% dependiendo del tipo de suelo.
Al producto ya curado o fraguado
se le exigen unas determinadas condiciones de in susceptibilidad al agua
(impermeabilidad, insolubilidad), resistencia, durabilidad y apariencia.
Métodos Construcción
Se distinguen dos métodos de
construcción, según el lugar en que se efectúe la mezcla de suelo-cemento:
Mezcla en obra.
Mezcla en planta a distancia.
Dado que es usual utilizar el
suelo-cemento en pequeñas obras de autoconstrucción o en construcciones con
fines sociales nos limitaremos a esta.
Existen grandes obras construidas
con suelo-cemento como la Represa de Urugua-í en la Provincia de Misiones,
Argentina; aunque es menos frecuente su uso.
Características mezcla
El Suelo Cemento es una mezcla de
tierra tamizada (malla de medio cm aproximadamente), arena común y cemento
Portland, de modo que la relación volumétrica entre los primeros dos sea 2:1. Los dosajes de cemento se
calculan como porcentaje en peso del material seco. La humedad de la tierra durante
el apisonamiento puede ser del 18 % base húmeda.
La combinación ideal del suelo
es:
70-80% de arena.
20 a 30% de limo.
5 a 10% de arcilla.
Si los suelos son muy arenosos,
van a requerir la incorporación de más cemento y a los arcillosos hay que
agregarles más arena. Los suelos limosos con un 50 % de arena se estabilizan
con un 10% de cemento.
La humedad debe ser similar a la
que tenía el suelo antes de ser excavado.
Frente a esta epidemia social aparece
la bioconstrucción y los criterios verdes, la arquitectura diseñada
para construir viviendas saludables, con materiales ecológicos,
renovables, climatizadas con energía solar, geotérmica e iluminadas
de forma natural. Viviendas que conviven con espacios vegetales, ya
sea a su alrededor con las propias cubiertas. Moradas en las cuales
el agua se reaprovecha antes de que su simple uso la convierta en un
residuo. La construcción con criterios ecológicos es la mejor
opción para hacer realidad una vivienda menos agresiva con el
entorno y más saludable para nuestros seres queridos. Es muy rentable económicamente ya que su inversión requiere menos de
la mitad de lo que que costaría invertir en el ladrillo común hecho
en tabique.
Ya hemos adelantado algunas ventajas del
ladrillo ecológico en el apartado anterior y dependiendo del
material con que se construya, unas estarán más potenciadas que
otras. Pero en general sus ventajas son: Menor perjuicio para la
naturaleza, ya que su fabricación requiere menos energía y residuos
así como el reciclaje de otros materiales de desecho. Son mejores
aislantes del frío y del calor exterior, con lo que se gasta menos
energía en el hogar. En algún caso son más económicos que los
convencionales, pero cuando no es así, al ser mejores aislantes, el
ahorro de energía amortiza la diferencia. Los materiales de los
ladrillos ecológicos hacen que éstos sean más ligeros y manejables
para el trabajador agilizando el tiempo de construcción y
disminuyendo los gastos.